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El exlanzador All-Star de los Chicago White Sox y campeón de la Serie Mundial de 2005, Bobby Jenks, falleció ayer, 4 de julio, en Sintra, Portugal, donde luchaba contra un adenocarcinoma, un tipo de cáncer de estómago. Tenía 44 años.
“Hoy perdimos a un miembro icónico de la familia de los White Sox”, declaró el presidente de los White Sox, Jerry Reinsdorf.
“Ninguno de nosotros olvidará jamás aquella novena entrada del cuarto juego en Houston, todo lo que Bobby hizo por los campeones de la Serie Mundial de 2005 y por toda la organización de los Sox durante su estancia en Chicago. Él y su familia sabían que el cáncer sería su batalla más difícil, y lo extrañaremos como esposo, padre, amigo y compañero de equipo. Siempre ocupará un lugar especial en nuestros corazones”.
Jenks lanzó seis temporadas en las Grandes Ligas con los White Sox, de 2005 a 2010, con un récord de 14-18 y una efectividad de 3.40 (129 carreras limpias/341.2 entradas), 173 salvamentos y 334 ponches en 329 apariciones como relevista.
Se ubica entre los líderes de la franquicia en salvamentos (segundo), apariciones (sexto) y ponches (séptimo).
Jenks fue seleccionado para el Juego de Estrellas de la Liga Americana en 2006 y 2007. Debutó en las Grandes Ligas el 6 de julio de 2005, lanzando 1.0 entradas sin permitir carreras contra Tampa Bay.
Ozzie Guillén:
“Bobby Jenks es uno de mis jugadores favoritos de todos los tiempos. Lo adoraba. Este es un día muy triste para todos los que estamos en los White Sox. Todos recordamos el momento en que lo llamé para la Serie Mundial, así que el cabezón de ese momento será una excelente manera de mantenerlo vivo para los aficionados de los White Sox. Todos tenemos una anécdota favorita sobre Bobby, así que la reunión de 2005 será una gran oportunidad para reunirnos con todos sus compañeros y entrenadores y revivir algunos de nuestros mejores recuerdos de él”.
Paul Konerko:
“Un día muy triste para su familia, amigos, excompañeros y todos los aficionados de los White Sox. Todos lo recuerdan como un tipo corpulento y un competidor duro que podía lanzar 100 millas por hora, pero era un verdadero oso de peluche fuera del campo. Bobby fue una parte fundamental de nuestro éxito y estuvo en el montículo al final del partido en algunas de las victorias más importantes en la historia de los White Sox. Lo extrañaremos muchísimo”.
A.J. Pierzynski:
“Terribles noticias sobre Bobby. Llegó a las Grandes Ligas con grandes expectativas y las cumplió. Bobby era una figura excepcional y los aficionados se identificaban con él. Superó muchas dificultades desde muy joven para tener una gran carrera como jugador, y después de jugar, hizo muchas cosas positivas para ayudarse a sí mismo y a los demás. Tuve la suerte de verlo en algunos de los partidos más importantes de la historia de los White Sox, y nunca olvidaré haberme lanzado a sus brazos después del último out de la Serie Mundial. Su familia, amigos y compañeros lo extrañarán.”
A Jenks le sobreviven su esposa, Eleni Tzitzivacos, sus dos hijos, Zeno y Kate, y sus cuatro hijos de un matrimonio anterior, Cuma, Nolan, Rylan y Jackson.
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